Una banda compuesta por 25 personas, liderada por un individuo conocido como "Carolo", fue desbaratada en una serie de operativos llevados a cabo de manera simultánea en cajeros automáticos del Gran Buenos Aires. 

Este grupo delictivo engañaba a jubilados y beneficiarios de planes sociales para obtener sus tarjetas de débito, llegando a manejar entre 5 mil y 10 mil plásticos. Durante los operativos, miembros de la banda fueron sorprendidos in fraganti en cajeros electrónicos, y se realizaron allanamientos en domicilios del Gran Buenos Aires y la Costa Atlántica, lugares donde parte de los beneficios obtenidos ilegalmente eran volcados.