El presunto autor material del crimen de Gabriel Izzo, el comerciante asesinado a balazos el 9 de junio pasado durante un asalto cometido en su casa de la localidad bonaerense de San Antonio de Padua, durante el cual fue herida de gravedad su esposa, hija de un empresario que fabrica acoplados, se fugó de una comisaría de Merlo, tras trepar por los techos junto a otros tres detenidos.