“Se me fueron las cicatrices de las muñecas pero nunca las del corazón”
Adolfo Sánchez era delegado de la comisión interna de la automotriz Ford, una de las investigadas por 'señalar' a sus propios empleados durante la dictadura.
Se cumplen 36 del último golpe de Estado en la República Argentina. En la actualidad, algunas causas judiciales apuntan a la responsabilidad de varias empresas ya que la comisión interna fue delatada, por entonces, por sus propios directivos. Es el caso de la compañía de automotores Ford.
“Esta fecha me trae muchos recuerdos malos”, enfatizó el integrante de la Comisión de ex delegados y trabajadores de la empresa, Adolfo Sánchez, a quien secuestraron y torturaron en Maschwitcz.
“Estuve atado con alambres durante 10 días. En tres años se me fueron las cicatrices de las muñecas, pero nunca las del corazón”, señaló.
Sánchez, junto a otros compañeros que también sufrieron heridas por picanas, estuvo dos meses y medio “secuestrados y desaparecidos”.
“El viernes 26 de marzo del ’76 tuvimos una reunión con el vicepresidente de la empresa, quien nos dice que se había terminado nuestra función como delegados y nos encomendó enviarle saludos a (el general de brigada Ramón) Camps”, acusado por crímenes de lesa humanidad.
“Tuvimos 24 compañeros secuestrados” en total, precisó Sánchez.
En ese momento, “José Rodríguez era el secretario general de SMATA”, recordó, al vincular a las cúpulas sindicales con la administración de facto.
“Queremos justicia y que los directivos que acompañaron la decisión de nuestro secuestro estén presos”, señaló.