La presidente pidió a los jóvenes que elijan más carreras de ingeniería y surge la duda sobre por qué los habitantes argentinos no siguen con más masividad carreras exactas de este tipo, que son los capacitados que más necesita el país para continuar su desarrollo.

“Es una carrera larga. Hasta hace poco tiempo, los ingenieros éramos una especie en extinción porque todo se compraba hecho”, subrayó el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, Carlos Rosito.

“Estamos haciendo un gran esfuerzo y mucha propaganda para que los chicos vengan a estudiar ingeniería a la facultad, incluso en subterráneos. Desde hace dos años, tomamos un rumbo de país industrial y necesitamos duplicar el número de ingenieros”, agregó.

Asimismo, advirtió que “los cambios culturales llevan tiempo”.

Rosito atribuyó las dificultades durante el desarrollo de esas asignaturas a que muchos chicos no llegan bien preparados del secundario y también al trabajo, que muchas veces los impulsa a dejar la carrera. “Los contratan en tercer año y eso conspira sobre la finalización de la carrera”, advirtió.

Una carrera de ingeniería se extiende más de los cinco o seis años estipulados.

“Las escuelas técnicas fueron destruidas” en los ’90, enfatizó Rosito, al tiempo que subrayó la calidad “muy superior” de la asignatura matemática en las escuelas secundarias, hace dos o tres décadas.