“Para los chicos, el celular es una Victorinox digital”, explicó Yago Alonso, profesor de 22 años de la Orientación Técnicas de la Información y la Comunicación de la ORT a Bravo.Continental

Con la ayuda del celular, los maestros monitorean encuestas en tiempo real que les permiten saber cuán capacitados están sus alumnos frente a determinados temas. El aparato es usado también para evacuar dudas. Para eso, la ORT crea contenidos multimediales que incluyen en un campus virtual donde, además, los alumnos pueden enviar sus dudas. Todas las aplicaciones están a cargo de un centro de recursos integrado por docentes, técnicos y pedagogos.

“Hoy los alumnos son nativos digitales. Desde que arrancan el colegio tienen un celular en su mano. Incluirlos en su enseñanza estimula”, señaló  Alonso. Para el docente, esto ubica al colegio en un nuevo estadío: el de ser parte del aprendizaje las 24 horas. En la ORT se integra al móvil en casi todas las materias. En Matemática –por ejemplo– lo usan para sacar fotos y vincularlas con contenidos de área y perímetro; en Ciencias Naturales sirven para toman fotos o grabar videos e incluirlos en un trabajo. De esta manera, las tareas de los chicos ya no quedan atrapadas entre carpetas, hojas y folios. Por el contrario, el celular da paso a una nueva forma de trabajo y permite anexar contenidos multimediales. Así, usar grabadora de video o de sonido para potenciar sus producciones literarias y de Ciencias Naturales ya forma parte de la media de ese colegio.

Las pruebas piloto que se están haciendo en todo el país confirman que el celular despierta interés y provoca un trabajo más activo en el aula. El Instituto Fray Mamerto Esquiú de San Francisco Solano fue pionero reseñó el Diario Clarin en la edicion de hoy. Cuatro profesores crearon un programa ejecutable para enseñar Matemática. La aplicación permite resolver –entre otras operaciones– cómo hallar la descomposición en factores primos de un número natural. “A los chicos los motivó. Las actividades que se hacen son diferentes porque la tarea no queda limitada a un proceso manual; el celular da lugar para reflexionar más sobre un determinado trabajo”, explica Gerardo Mamani, director y creador del proyecto que fue aplicado en los dos últimos años del ciclo Polimodal.


En Misiones también se utilizaron teléfonos inteligentes en una prueba piloto en siete escuelas rurales y peri urbanas. El proyecto –que planea extenderse a un total de 20 escuelas del país– fue impulsado por la Universidad de Stanford con el apoyo tecnológico de Telecom. “Elegimos las tecnologías móviles porque son las herramientas del siglo XXI. Argentina puede ser un modelo a seguir en toda América Latina por su pasión para innovar con tecnología”, reconoce Paul Kim, responsable del programa Seeds of Empowerment y vicedecano de la Escuela de Educación de la Universidad de Stanford.