La llama viva: No hay hombre sin aire…ni hay hombre sin fuego
Segmento Otra Vuelta. Por Lorena Di Geso.
El oxígeno es al hombre como el fuego es a su subsistencia. Pero no sólo hablamos de la llama que cuece el alimento…
En cualquier relación sana y duradera no es posible vivir el amor con la misma intensidad que al principio. Y no sólo porque con el paso del tiempo se extingue lo novedoso sino porque -seamos honestos- sería agotador.
La clave del deseo es el espacio individual. En términos simples, hay que ‘extrañar’ al otro. Pero no sólo se trata de darnos aire para volver a abrazar con más ganas...vivir experiencias románticas requiere un esfuerzo consciente. Activo.
Las oportunidades se crean
Es fundamental la comunicación. Con el paso de los años, dos individuos que conviven, que atraviesan todo tipo de conflictos juntos, que agrandan la familia juntos, suponen muchas veces que conocerse tan bien no requiere explicar demasiado, que el otro debería entender o imaginar fácilmente lo que queremos o deseamos. Grueso error.
La clave para mantener la llama encendida es pedir y empatizar. Sostener un vínculo de pareja no es obra mágica del universo, requiere mucha dedicación y mucha escucha. Pero también es el arte de poner en palabras aquello que quiero que mejore, del otro y de la relación.
No todo está perdido…
Muchas parejas se desmotivan pensando que el erotismo y el deseo son un tesoro que se extravía con el paso del tiempo. Pero, como diría el poeta musical contemporáneo Jorge Drexler… “nada se pierde, todo se transforma”
La sorpresa es un factor único a la hora de conectar con el otro. Se trata de no ser completamente previsible cuando quiero resultados distintos…
- Si la situación económica lo permite, proponé un viaje o una escapada de fin de semana. O una noche en algún hotel que te aleje de la rutina.
- Reservá una mesa en un sitio donde sepas que a tu pareja le gusta mucho estar (y comer). Hacélo sin aviso previo.
- Poné un disco y sacá a él o ella a bailar
- Da un masaje en cualquier situación. Provocá el contacto físico. Tomá a él o a ella de la mano de forma inesperada mientras caminan junto al otro por la calle. Que sienta que estás ahí. Que nunca te fuiste.
- Serví dos copas de vino e invitálo/invitála al balcón o a la ventana. Exploren juntos el cielo mientras toman tan solo 15 o 20 minutos para contarse el día.
- Salgan a desayunar juntos el fin de semana (un desayuno sólo para 2)
- Si estás en medio de la rutina diaria y te cruzás corriendo con tu pareja en el pasillo de tu casa, detenéla. Robále un beso rápido o dale un abrazo. ¡Es un factor antiestrés infalible!
- Si te gusta leer, explorá algún texto o libro erótico y leélo en voz alta con él o ella. Como hacés con tus hijos o tus sobrinos con los cuentos infantiles. La lectura en voz es una estrategia subestimada y en absoluto pertenece sólo al mundo de los niños. Las palabras atrevidas de terceros puestas en tu boca pueden ser satisfactorias e iniciadoras…
- A algunas personas les funciona compartir un deporte juntos, una clase, un hobby.
Como bien marca el psicólogo Gabriel Rolón, el amor duradero se trata más de restar que de sumar… Aquí me ubico en abogada del diablo: ¿qué estás dispuesto a dejar de lado para que la llama se sostenga en el tiempo?
Tiempo, la palabra mágica
Los chicos, la escuela, la oficina, los trámites, horas extras en el trabajo, el supermercado, compromisos sociales…son todos momentos permanentes en la vida que demandan tiempo y energía. La pregunta es a qué renuncio para garantizar instantes de intimidad sexual, emocional, intelectual con la persona con quien elijo compartir mis días…
Creatividad y flexibilidad son dos cualidades absolutamente necesarias para que el fuego no se extinga.
La luna de miel no es eterna (y tampoco querríamos que lo sea). En la vida los cambios son el motor, del mismo modo que el oxígeno es indispensable para el fuego subsista.