La emoción de un artista inmenso, en un festival gigante
“Volver al Poncho representa una alegría enorme porque siempre he considerado a esa celebración en Catamarca como una de las fiestas más importantes del país", dijo Peteco Carabajal.
La primera noche de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho 2024 en Catamarca tendrá como uno de sus puntos altos la presencia de Peteco Carabajal con su proyecto artístico Riendas Libres, con el que aportará un verdadero clima con sabor a chacareras y siempre respetando y manteniendo vigente aquellas clásicas melodías que conforman el cancionero nativo argentino.
Los catamarqueños y visitantes podrán disfrutar la noche del viernes 12 de la propuesta que pondrá en escena el cantautor nacido en La Banda, una de las grandes figuras del folclore del país y perteneciente a una dinastía de artistas que marcaron un inconfundible camino desde su natal Santiago del Estero.
“Volver al Poncho representa una alegría enorme porque siempre he considerado a esa celebración en Catamarca como una de las fiestas más importantes del país, donde he recibido el respaldo y el respeto del público catamarqueño, desde cuando fui con Los Carabajal y luego en otras situaciones de mi vida artística. Es una alegría especial y mucho más ahora que llegaré con una formación familiar con la cual estamos recorriendo el país”, expresó el cantautor a Ricardo Seronero para Continental web.
Se entusiasma con el aporte de los jóvenes, la energía renovada que circula en la banda. Riendas Libres, un proyecto que se inició hace ocho años y surge de la mano de Peteco Carabajal, muestra una estética musical definida y sólida y se encuentra integrado, además, por Ricky Chazarreta Carabajal, Martina Ulrich y Homero Carabajal.
Con “Riendas Libres”, Peteco se corre del centro de la escena, dando lugar a un conjunto que se aggiorna como cuarteto y amortigua la música con un tinte que no se limita. “Riendas libres" se originó promediando el 2016 en el seno de la propia familia y en el grupo que veníamos trabajando, en un momento dado en que sentí que ya lo mío como solista estaba bien y que había dado todo. También empecé a extrañar la forma que representa trabajar en grupo, donde no toda la responsabilidad recae sobre mis espaldas sino que hay que compartir el camino y en ese momento lo más cercano que tenía eran Homero y Martina, mis hijos, y con ellos inicié este nuevo universo musical”, explicó el compositor al tiempo que agregó: “Sentí que había hecho todos los proyectos, todos los sonidos, todos los temas y quise volver a ser parte de un grupo, que es lo más lindo que puede haber. La experiencia nos va diciendo esas cosas y trabajamos por la felicidad de estar juntos”.
Sencillo, profundo y muy santiagueño, el notable cantor santiagueño avisa en qué consiste lo nuevo: “Lo planteamos como un viaje, que está relacionado con nuestra vida como los amores, el fin de la infancia, el tiempo en que uno da todo lo mejor que tiene, la vejez, la sabiduría... todo ello se encuentra íntimamente vinculado al sueño que uno tiene que, al mismo tiempo, está unido con el universo”.
Siempre con composiciones propias, en letra y música, Peteco es reconocido como unos de los cantautores más prolíficos del folclore, con inmortales clásicos y se retroalimenta con el grupo formando como una pequeña orquesta de resiliencia. Por ello, encuentra en esta nueva formación una particular manera de adaptarse a una realidad en la cual los espacios festivaleros han dejado abierta la puerta a otros géneros musicales. “Hoy en día la música sigue carriles que marca la industria y el mercado. La mayoría de la gente que está en este camino obedece también a esos mandamientos o esas tendencias que se van creando. A mi parecer se va perdiendo, de a poco, la pureza de la música en el estado del pueblo. La pureza de una chacarera, de una zamba, de una vidala, porque el mercado manda que los artistas, hoy en día, deben llegar al éxito”, sostiene Carabajal.
En este sentido, no duda en manifestar su posición, aunque evita ser parte de la polémica: “La inexperiencia o la ambición también hacen que, de pronto, alguien tome lo que está de moda. En este momento, todo el ambiente folclórico está teñido de un sonido latino que no nos pertenece, muchos mueren por tener su reggaetón. Para ser sincero trato de no darle mucho lugar a la polémica, porque entiendo que nadie está preparado para esta conversación. Solos nos dejamos llevar por tendencias que hay (…) Tampoco soy alguien que se va a enojar para que no haya otras formas musicales, porque todos los artistas son bienvenidos. No soy guardián de las tradiciones, pero es lindo cuando se respeta lo bueno, lo artístico”. Peteco Carabajal se ha transformado en un ícono de la música autóctona de Argentina y está dejando un legado exquisito como “Perfume de Carnaval”, entre docenas de obras más y en este momento se inclinó hacia el abismo del riesgo que siempre lo alimentó a la hora de reinventarse.
Él sabe que evitar la referencialidad es una misión cada vez menos imposible, entonces Riendas Libres le permite seguir mostrando su arte a partir de una mirada y una estética musical definida y sólida. “Vamos a Catamarca a celebrar los cincuenta años de música que estoy cumpliendo, con canciones que tienen más de cuatro décadas y otras versiones nuevas que han surgido. También estarán aquellas que ya están en el corazón de la gente. Para nosotros cada actuación es un homenaje a la música argentina”, sostiene el reconocido cantautor.
Por ello, el público presente en la noche inaugural se va a encontrar con una fiesta especial para el oído y el corazón.