La actividad económica rebotó 1,7% en julio respecto de julio
A pesar de este leve repunte, en los primeros siete meses del año, el EMAE acumula una disminución del 3,1%. Siempre según el Indec, el consumo cayó 17 puntos en términos interanuales durante julio, el peor desempeño desde 2019. En tanto, la actividad industrial cayó 10,8% en agosto en comparación con igual mes del año anterior, según números de FIEL.
En el mes de julio, la actividad económica en Argentina mostró signos de desaceleración en su caída interanual, registrando una baja del 1,3% en comparación con el mismo mes del año anterior. Sin embargo, se observó un rebote del 1,7% en la variación intermensual desestacionalizada, de acuerdo con el estimador mensual de actividad económica (EMAE) proporcionado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Este descenso interanual representa una mejora de 1,7 puntos porcentuales respecto a la caída del 4% registrada en junio. A pesar de este leve repunte, en los primeros siete meses del año, el EMAE acumula una disminución del 3,1%, lo que refleja un contexto económico aún desafiante para el país.
Por otro lado, la actividad industrial experimentó un descenso significativo del 10,8% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que contrasta con el ligero rebote mensual observado en julio. En términos intermensuales, la producción fabril registró una merma del 0,7% desestacionalizada, tras el incremento del 0,6% del mes anterior, según el informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
Se destaca que el nivel de actividad industrial en agosto de 2023 se situó cerca del récord alcanzado en 2013, lo que plantea un desafío para varios sectores en el octavo mes de 2024, dado el desempeño heterogéneo de la producción que se ha observado.
En el ámbito del consumo, hubo una baja del 17% anual en las ventas mayoristas durante el mes de julio, lo que representa el peor desempeño desde 2019. Según los datos del INDEC, también se registraron caídas en las ventas de supermercados y centros comerciales. Entre los factores que han influido en esta disminución se encuentran la recesión económica, la desaparición del negocio de stockeo y el aumento en el gasto en servicios.
Es relevante señalar que una de las causas que han contribuido a este declive es la elevada base de comparación, dado que en el contexto inflacionario del año anterior, "stockearse" había sido una estrategia comercial ventajosa.