EL BLOG DE PASIONSPORTS.COM - Sun City: lujo y diversión en medio de la nada
Un par de meses antes de llegar a Sudáfrica un colega me habló sobre varias cosas en respecto al que me podía encontrar en el país africano. Me refiero a cosas buenas, regulares y malas. Temas sobre seguridad, restaurantes, lugares para visitar, etc.
SUN CITY, Sudáfrica.- Un par de meses antes de llegar a Sudáfrica un colega me habló sobre varias cosas en respecto al que me podía encontrar en el país africano. Me refiero a cosas buenas, regulares y malas. Temas sobre seguridad, restaurantes, lugares para visitar, etc.
Justamente uno de esos lugares que si o si había que visitar era Sun City, recuerdo muy bien como él me decía una y otra vez, “tenés que ir a ese lugar, es magnífico, increíble y el lujo es total”.
Y así fue. Después de nuestro pequeño safari por el Parque Nacional de Pilanesberg, seguimos nuestro camino hacia Sun City, un lujoso complejo hotelero con casino ubicado a unos 187 kilómetros de Johannesburgo y muy cerca de la ciudad de Rustenburg.
Sólo la entrada al lugar impactaba, un gran letrero que decía “Welcome to Sun City” hacía que nuestras expectativas aumentaran a cada segundo. Pagamos la entrada (unos 45 Rands por persona) y nos dirigimos hacia el casino para estacionar el auto. Durante ese recorrido de unos 2 kilómetros se podían ver cosas paisajes hermosos y edificaciones lujosísimas, que hacían del lugar algo verdaderamente de ensueño.
Nuestra estadía en Sun City fue memorable. Para hablar un poco de las actividades que hicimos, debo empezar por el casino. Es gigante, lujoso., lleno de máquinas y mesas de todo tipo de juegos y por sobre todo, decorado como uno se lo podría imaginar, como una selva llena, de animales y árboles.
Otra de los lugares llamativos era El Valle de las Olas, un sitio donde hay una piscina gigante con olas artificiales, donde la gente puede nadar y surfear y si es época invernal no importa, el agua es climatizada…, en fin, hay un sin número de cosas que nos dejaron a todos con la boca abierta.
Antes de nuestro regreso a Joburg, entramos al santuario de los Cocodrilos, un lugar que al principio a algunos de mis colegas le daba desconfianza, ya que no son amigos de los reptiles. De todas maneras ingresamos e hicimos el tour donde nos mostraron cocodrilos bebés hasta adultos, que llegaban a medir más de 6 metros, algo asombroso y que seguramente si no es en África, difícilmente no volvamos a ver.
Llegada la noche partimos hacia nuestra casa pero con la alegría y satisfacción de haber pasado un día único en nuestras vidas, dónde pudimos disfrutar de animales, lugares ostentosos pero sobre todo de la África salvaje y lujosa.
Por Daniel Dionisi