Sin hablar sobre el cacerolazo, Cristina Fernández de Kirchner pareció aludir al tema cuando ayer dijo que deberían sincerarse quienes se quejan, y decir están en contra de los derechos humanos, de las paritarias y del salario mínimo. Un conjunto de gente egoísta y reaccionaria, sería.

Aníbal Fernández lo dijo con mayor claridad: "no tengo ninguna duda de que es un invento de la derecha paga, son los que reivindicaban la muerte de Néstor Kirchner, que deseaban la muerte de la presidenta, blandían cruces esvásticas y defienden a los represores".

Luis D Elía, en la misma línea, dijo: "mañana los tilingos del 8N van a juntar gente y ahí comenzará la diatriba golpista".