La bandera de Santa Fe tiene una leyenda que dice: “provincia invencible”. Tributa al coraje de la autonomía federal que se consolidó en la batalla después de vencer a Lavalle y a Dorrego.

Es la bandera que el brigadier Estanislao López les legó como gobernador y casi padre fundador de esa bendita tierra de la cultura del trabajo de sol a sol. Pero además, el caudillo Estanislao López fue el responsable de que Santa Fe sea la primera provincia con Constitución propia.

Tal vez eso explique que hoy sea un distrito en donde florece la mejor calidad institucional. Los candidatos se eligieron en internas abiertas y obligatorias donde hubo competencia de verdad.

Lo hicieron con boleta única que garantiza una mayor transparencia y hasta se dieron el lujo de tener un debate en serio, cara a cara, entre los tres hombres que se quieren convertir en el octavo gobernador desde el retorno de la democracia en 1983. Hasta el 2007 solo hubo peronistas en la jefatura del estado provincial.
 
El actual es el primer gobierno socialista de la Argentina. Santa Fe está que arde y ansiosa por conocer su destino. Pero el resultado de las elecciones de este domingo tendrá un fuerte impacto a nivel nacional.

Si gana Antonio Bonfatti dejará a Hermes Binner en una mejor plataforma de lanzamiento para sus sueños presidenciales. Y afectará, igual que en la ciudad de Buenos Aires, la figura de la presidenta Cristina Fernández, que en los últimos días cruzó espadas con el gobernador. Pero el Frente Progresista funciona con el Partido Socialista, el radicalismo y la Coalición Cívica, entre otros. Por eso tanto Ricardo Alfonsín como Elisa Carrió también tendrán su cuotaparte de la victoria.

Si gana Agustín Rossi se convertirá en un verdadero héroe del peronismo. Pasará a ser el nuevo hombre fuerte, el sucesor de Carlos Reutemann en el territorio y aportará mas combustible al proyecto reeleccionista de Cristina. En cambio si pierde, pasará todo lo contrario. Así de crueles son los resultados. En ese caso Rossi será otro eslabón de la cadena de problemas para la Casa Rosada que inició Daniel Filmus con la derrota que sufrió a manos de Macri en la primera vuelta. Habrá pases de facturas porque la militancia del Movimiento Evita y varios cuadros políticos y sindicales fueron marginados de las listas por orden de Cristina.

Pero si gana Miguel del Sel estallará todo por los aires. Hasta ahora es la gran revelación. Se podrá traducir como un castigo para socialistas y kirchneristas, el nacimiento definitivo de una nueva estrella de la política (como en su momento fue Palito Ortega o el mismísimo Lole) y la sonrisa de Mauricio Macri se multiplicará en rodeo ajeno. Si llega a ganar Miguel del Sel será un dato inesperado y de alto impacto. Porque fortalecerá la alianza de los peronistas anti K como Eduardo Duhalde, por ejemplo, con el macrismo y obligará al justicialismo a barajar y dar de nuevo.

Como siempre en democracia, las elecciones van a responder muchas de las preguntas que todos nos hacemos. ¿Ha superado el campo la bronca contra los Kirchner por aquellas humillaciones de la 125? Si no es así, ¿A quien elegirán para transmitir su descontento? ¿A Bonfatti o a Del Sel? ¿El crecimiento económico alcanza para suturar aquellas heridas? ¿La imagen positiva de Cristina se trasladará lo suficiente como para hacer ganar a Rossi? Veremos.

Estamos hablando del cuarto distrito electoral, de una bota de 133 mil km cuadrados. Se trata del 8,5% del padrón que significa 2,4 millones de habitantes que mixturan el esfuerzo y el sudor de los gringos inmigrantes, de los gritos de alcorta, de las cooperativas de colonos y los pueblos originarios.

Como cantan Miguel Brascó y Ariel Ramirez en “Santafecino de veras”:” Me llaman el Caburé/A veces el Guaraní/Por que soy de Santa Fe/Que es el lugar donde nací.” Ese himno formó parte de una maravillosa obra musical colectiva con todos los artistas del pago chico que se concretó en 1987. Se llamó “Santa Fe en tu corazón” y está todo dicho. Este domingo Santa Fé palpitará en el corazón de todos los argentinos.