Boca y River se miden en un nuevo mano a mano por octavos de final

Da la sensación de que cada vez se enfrenta más seguido, al menos en partidos de eliminación directa. Será el séptimo mano a mano en los últimos siete años. Una vez más Boca y River se miden en un partido en el que uno de los dos quedará eliminado. En este caso, será por los octavos de final de la Copa Argentina, en el Estadio Ciudad de La Plata.

De los últimos seis choques de este tipo, el Millonario se impuso en seis. Probablemente en los seis más importantes; no sólo por los torneos en los que se dieron los duelos, sino porque además, en todos menos en uno consiguió consagrarse campeón posteriormente. Sin embargo, el último mano a mano fue para el Xeneize, que logró imponerse en el primer semestre de este año ante un River diezmado por los casos de COVID-19 y luego cayó en San Juan ante Racing.

Marcelo Gallardo suele sorprender en este tipo de partidos. Sin embargo, dado el rendimiento reciente del equipo, no parece haber demasiadas dudas respecto del equipo que pondrá. Tras el duelo de vuelta de octavos de final de la Copa Libertadores en el que le ganó por 2 a 0 a Argentinos Juniors, el conjunto de Núñez encontró el equipo, con cuatro mediocampistas y un doble cinco diferente a lo habitual, con Bruno Zuculini y Enzo Pérez.

Sin embargo, tendrá que hacer frente a la baja de su jugador más desequilibrante: Matías Suárez. El cordobés sufrió una lesión muscular la semana pasada frente a Lanús y no podrá jugar el Superclásico. Su lugar lo ocupará un campeón de América, Julián Álvarez.

Del lado de Boca hay más incógnitas. Los rendimientos del equipo en este semestre no han sido del todo buenos y los mejores partidos han sido cuando los titulares no pudieron jugar tras el escándalo en Belo Horizonte y se hizo presente la Reserva. Sin embargo, Miguel Ángel Russo dejó en claro que considera que es un partido para hombres de mayor experiencia y parece poco probable que ponga juveniles.

Tiene varias dudas en diversos sectores de la cancha. La primera tiene que ver con el lateral izquierdo, donde Frank Fabra parece correr de atrás, Valentín Barco parece descartado por su juventud y queda la chance para Agustín Sández, que tiene sólo 20 años, y a quien la Primera todavía le cuesta. Por eso, el DT duda entre darle una nueva chance o intentar con Marcos Rojo, que hace rato no juega en esa posición.

En la mitad de la cancha probablemente se ubiquen cinco jugadores: tres internos y dos por afuera. Todo parece indicar que los exteriores serán Cristian Pavón y Juan Ramírez, que llegó hace pocos días pero ya fue titular ante Talleres. Los del medio no están tan claros, aunque Esteban Rolón si parece una fija. Cristian Medina y Alan Varela, que tienen participación habitual, pelean por un lugar, pero también han ganado terreno en la consideración de Russo dos más inesperados: el juvenil Aaron Molinas y Jorman Campuzano.

El choque tiene una repercusión mucho mayor a la de la temprana instancia del torneo por el que se enfrentan. El clásico en sí mismo tiene bastante más valor que el acceso a los cuartos de final de la Copa Argentina. De todos modos, el que pase tendrá que pensar en la próxima ronda donde espera Patronato.