El jefe de equipo de Red Bull Racing, Christian Horner, descartó tajantemente la posibilidad de que Carlos Sainz Jr sea el acompañante de Max Verstappen la próxima temporada de F1. El madrileño se irá de Ferrari a Williams, donde tiene contrato hasta fines de 2026, ad referéndum de que lo llame un equipo grande antes; ello habilitó la especulación para llevar a un número dos más sólido y ya experimentado en la máxima, tras el derrumbe de Checo Pérez en las últimas temporadas. 

Sin embargo, la relación entre Sainz Jr y Max Verstappen durante la única temporada que compartieron en Toro Rosso fue explosiva, y Max no quiere saber nada con tener de nuevo soplándole la nuca a un piloto como Carlos. En este marco incierto, Cristian Horner aseguró que “Carlos (Sainz Jr) será piloto de Williams el año que viene. Es un gran piloto, obtuvo una gran victoria en México y creo que será de gran ayuda para el nuevo equipo. Sin embargo, está vinculado a Williams y no forma parte de nuestros planes para 2025”. Así, se cae el candidato más rutilante para reemplazar a Checo Pérez en Red Bull en 2025. 

Pese a todo, no habría que descartar del todo al español para próximas temporadas: en Aston Martin lo esperan a Max con el motor Honda (desde 2026, Red Bull usará su motor propio, desarrollado en comunión con Ford) y Adrian Newey, mientras en el equipo austríaco se asiste al reacomodamiento del poder luego de la muerte de los dos fundadores del holding, el último de ellos Dietrich Mateschitz. 

En este contexto ocurrió el feroz enfrentamiento mediático (incluida una denuncia por presunto acoso sexual contra Christian Horner por parte de una trabajadora de Red Bull), preludio del alejamiento de Newey, el director técnico más exitoso de la historia, hacia la escudería liderada en pista con Fernando Alonso. Pero, además, los mecánicos e ingenieros que huyen en estampida de Red Bull se cuentan por decenas este año. Esta disensión interna de Red Bull, por un lado entre los herederos de los fundadores del holding, para ver si se quedan en la F1 o venden total o parcialmente el equipo, y de Horner-Marko por otro para quedarse con el poder dentro de la escudería, agrega interrogantes a la situación; presa de esos tironeos está Checo Pérez. 

En tanto, Liam Lawson sigue superando a su compañero de equipo, Yuki Tsunoda, en la escudería B de Red Bull (llamémosle RB), aunque su actitud airada contra Pérez causa dudas en la directiva sobre su posible conformidad con el papel de piloto 2 de Verstappen. Ahora Horner aclara, tácitamente, que quieren un compañero para Max mejor que el actual nivel de Checo, pero no tan bueno como Sainz Jr… Mientras el neozelandés tiene contrato sólo hasta fin de año con RB, pero se descarta que seguirá en el mundo Red Bull, sea en el equipo B o en el A, las negociaciones en privado entre Red Bull y Williams en torno a Colapinto siguen, a juzgar por las medias palabras de los representantes del argentino. 

Pero por si esto fuera poco para ‘silly season’ más caliente y loca en muchos años, Flavio Briatore, el hombre que le dio equipo a Michael Schumacher para que el alemán ganase sus dos primeros mundiales, y mentor de Alonso en Renault para sus dos títulos de F1, ha vuelto a la escudería francesa con sede en Gran Bretaña… ahora llamada Alpine, desligada de la fábrica de motores deportivos de Renault en Viry-Châtillon y encaminada a usar motores Mercedes de 2026. Tras un lustro de desastrosa gestión dirigencial (quemaron a grandes nombres de la F1, como Szafnauer y Vasseur), Alpine le ha entregado el equipo al dirigente y empresario italiano, para que lo ordene.

Briatore ya echó a trescientas personas, pero la podadora no para ahí: si bien el equipo francés confirmó a Jack Doohan, australiano de buen pasar por la F2, para ser compañero de equipo de Pierre Gasly el año próximo, el italiano parece interesado en quedarse con Colapinto para 2025, incluso a despecho de lo acordado con el italiano. 

Flavio Briatore es uno de los mejores reclutadores y formadores de equipos técnicos de la historia de la F1: con una sola fecha en Jordan como todo antecedente en la F1, se llevó al joven Schumacher a Benetton para sacarlo campeón del mundo con un presupuesto menor al de los equipos más grandes de los 90, pero con una brillante plantilla técnica, entre la que cabe destacar a Rory Byrne (el otro gran ingeniero de los últimos 35 años de la F1) y Ross Brawn, un jefe de equipo tan legendario en su rubro como Newey en lo técnico. Y después repescó a Fernando Alonso de Minardi, lo tuvo en el freezer como piloto tester durante un año, y luego, con Benetton devenida ya en Renault, lo hizo campeón mundial. Por todo ello, su atención en Colapinto, incluso a despecho de acuerdos ya rubricados, no debería tomarse a la ligera.