Un paquete bomba estalló en la embajada de Suiza en Grecia.

El hecho se suma al hallazgo de otros cuatro paquetes con explosivos que la Policía helénica interceptó antes de que fueran depositados en las sedes diplomáticas de Rusia, Alemania, Chile y Bulgaria.

Ello provocó que la fuerza pública declarara un estado de “alerta máxima”, luego de que ayer estallara en un depósito un correo explosivo similar destinado a la embajada de México (que provocó heridas a la administrativa que lo abrió) y fueran interceptados otros tres, uno de ellos dirigido al presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Además, todas las representaciones diplomáticas en Grecia incrementaron sus medidas de seguridad y fueron puestas bajo custodia.
Pese a todo, el explosivo que detonó en la embajada suiza no causó víctimas.

La Policía conjetura que estas agresiones se deben a “grupos de ultraizquierda o anarquistas” que cunden en el contexto de la feroz crisis económica del país y del subsiguiente ajuste salvaje dispuesto, siguiendo las instrucciones del FMI, por el gobierno “socialista” de Papandreu.

Por Continental, María Inés Carpi, argentina que reside en Grecia aseguró que “hay una sensación de vacío político que están utilizando para realizar movimientos de inestabilidad”.

“Hoy en el centro de Atenas había manifestaciones de empleados públicos a los que no les pagaron”, ejemplificó en La Mañana.