'No voy a irme, no me rendiré' dijo el presidente de Libia.

Muammar Kadafy no sólo promete morir como un mártir: también llamó a sus seguidores a salir a las calles y enfrentar a la oposición.

Calificó de ratas, alucinados y minoría terrorista a los que se levantaron en contra y anticipó que impondrá la pena capital a todos ellos.

El veterano líder, que gobierna desde hace 42 años, acusó a los países árabes y extranjeros de “trabajar para el diablo” y para desestabilizarlo.

Kadafy reiteró que "combatirá hasta su última gota de sangre aunque admitió que no tiene nada en contra de una reforma constitucional".

Durante su discurso televisivo, minimizó las protestas diciendo que sólo se trata de un grupo reducido que se infiltró en el pueblo y que buscan imitar lo sucedido en Túnez.