Un avión militar ucraniano fue derribado hoy por separatistas pro rusos causando la muerte de 49 soldados y motivando la reacción del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, quien prometió "una respuesta adecuada a los terroristas" y declaró dos días de luto nacional. La aeronave Il-76, de fabricación rusa, fue derribada en la madrugada por dos misiles de bazoca lanzados por los separatistas, que reivindicaron la acción. 

"Los milicianos nos informaron que derribaron durante la madrugada un avión Il-76 con militares a bordo. El avión cayó en el aeropuerto", informó un vocero de la República Popular de Lugansk, declarada independiente de Ucrania tras un referendo separatista celebrado el 11 de mayo junto con la región de Donetsk. En el avión viajaban 9 tripulantes y 40 soldados de la 25° Brigada Aerotransportada de Dnepropetrovsk, que tenían que reemplazar a otros en la operación "antiterrorista" lanzada hace dos meses por Kiev contra los separatistas. 

"Todos los implicados en un cínico acto terrorista de esta envergadura serán castigados con toda seguridad. Ucrania necesita la paz, pero los terroristas tendrán una respuesta adecuada", expresó el presidente ucraniano, en un comunicado difundido por su oficina de prensa. Poroshenko convocó a una reunión urgente del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa en el contexto del duro golpe recibido por los militares ucranianos. 

Tras el ataque, la región de Dnepropetrovsk declaró luto para mañana y el lunes. La mayoría de los militares fallecidos en el ataque de los rebeldes, 32 de 49, procedían de esa región industrial del este rusoparlante de Ucrania, precisó el vicegobernador regional, Boris Filatov, en su página de Facebook. Los combates en el sureste de Ucrania se recrudecieron en los últimos días tras un breve paréntesis motivado aparentemente por los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas. 

Otros tres soldados, de la guardia fronteriza ucraniana, murieron hoy a manos de los rebeldes en la ciudad de Mariupol, en el sur de la vecina región de Donetsk, según el jefe de prensa del Servicio de Guardafronteras de Ucrania (SGU), Oleg Slobodian. Los insurgentes tirotearon una columna de vehículos del SGU que circulaba por esa ciudad a orillas del mar de Azov, escenario ayer de escaramuzas entre los dos bandos.
 
Poco antes, a primera hora de esta mañana, dos cazabombarderos ucranianos bombardearon la comisaría de policía de la ciudad de Gorlovka, convertida en cuartel general de los rebeldes en esa ciudad, a unos 50 kilómetros al norte de Donetsk. Las autoridades sanitarias locales confirmaron que una persona murió y otras seis resultaron heridas de gravedad en el ataque. 

Los combates continuaron hoy en la periferia de la ciudad de Lugansk, bastión de la rebelión separatista, con casi medio millón de habitantes, donde en las últimas horas sonaron varias veces las sirenas para advertir a la población sobre la posibilidad de un ataque aéreo.