La comunidad wichi de Santa Victoria Este (en Salta) denuncia “presiones para que no avance la investigación” de la violación de una niña aborigen de catorce años.

El hecho se produjo el 19 de febrero pasado, cuando la menor salió de bailar con sus amigas y se sentó en una plaza frente a la comisaría local.

Allí fue abordada por cuatro jóvenes conocidos de la víctima, que la llevaron hasta una casa en construcción, donde la golpearon en la cabeza, dejándola inconsciente, y la sometieron.

La muchacha despertó llena de sangre y su madre la llevó a la comisaría de inmediato.

Un médico que constató la violación añadió que, según las evidencias, “fueron dos o más personas las que cometieron el delito”.

En diálogo con nuestro Servicio Informativo, el coordinador de la asociación de comunidades indígenas Lhaka Honhat, Francisco Pérez, denunció que recibe “amenazas de las familias de los detenidos” y critica a la Policía “por su inacción”.