La avicultura representa un tercio de lo que la ganadería vacuna es para la Argentina. Por Continental, el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, Roberto Domenech, destacó que "la industria ha tenido un despegue fenomenal a partir del 2002, 2003. No sólo como consecuencia de un proyecto de desarrollo y crecimiento muy importante, en el cual, al quedar con posibilidades de abrir los mercados de exportación, nos dio la posibilidad de estabilizar los precios internamente".

"Con este modelo económico, hemos logrado definitivamente quedar, como en el resto del mundo, como la carne más barata al alcance del público. Esta estabilidad de precios ha ido generando una fidelidad del consumidor que se ha traducido en un crecimiento sistemático año a año, y en este momento estamos en un consumo de casi 39 kilos por habitante por año, para un país que, tradicionalmente, desde la década del 40 consume cien kilos de proteína animal por habitante, pero en el 40, noventa y seis eran de carne bovina y el resto de otra carne", explicó en La Mañana.

"Hasta el año 2000, 2002, nuestro consumo estaba en los 20 kilos, y de ahí en adelante hemos estado creciendo de un kilo doscientos a un kilo ochocientos por año. El año pasado, la producción fue de un millón setecientas cincuenta mil toneladas, y este año ya estamos consolidando cien mil toneladas más. De estas, trescientas, trescienta treinta mil, se van a la exportación, y el resto se queda en el consumo interno, que representa un poco más de tercio del consumo de proteína animal del país", precisó, y añadió que, tras cumplir sobradamente las metas para el período 2003-2010, en el nuevo plan 2011-2017 piensan incrementar la producción "un 6 por ciento anual" para llegar a 2017 "con dos millones quinientas mil toneladas de producción, destinando seiscientos mil a la exportación, lo que implica duplicar las exportaciones actuales, y estaríamos llevando el consumo por habitante por año a cuarenta y cuatro kilos, que es lo que consumió en 2009 Estados Unidos, y actualmente Brasil está consumiendo cuarenta y dos kilos por habitante año. Es un número totalmente lograble y que va a ayudar a la estabilidad y a la provisión de diferentes carnes", se ufanó Domenech.