Quien quiera oír
La obsesión del gobierno nacional contra el periodismo se le vuelve en contra como un búmeran. No solamente por el deterioro que significan esos ataques sistemáticos para las libertades individuales.
La obsesión del gobierno nacional contra el periodismo se le vuelve en contra como un búmeran. No solamente por el deterioro que significan esos ataques sistemáticos para las libertades individuales. El daño que el kirchnerismo se produce a si mismo va mas allá de la erosión de la seguridad jurídica y de la potencia republicana de las instituciones. Hay otro gran tiro que le sale por la culata. En su actitud negadora el gobierno desprecia la posibilidad de corregir a tiempo los errores que descrubre el periodismo. Por eso después les explotan en las manos.
Como están convencidos que los periodistas independientes son todos destituyentes, oligarcas, nazis y videlistas, no se permiten ni siquiera escuchar las advertencias que esos profesionales le vienen haciendo. Muchos errores que el gobierno recién ahora descubre, fueron anticipados por los periodistas honestos que no tienen otro objetivo que trabajar con el mayor profesionalismo buscando la verdad.
Le doy los ejemplos mas importantes. ¿Cuántas veces se advirtió que el festival de subsidios al transporte eran un verdadera selva impenetrable de corrupción e ineficiencia? Resulta que ahora, después de Ricardo Jaime, de Juan Pablo Schiavi y de la masacre de Once, el gobierno empieza a revisar esa política. Aparece la tarjeta SUBE con urgencia como si el problema recién hubiera amanecido. ¿Cuántas veces desde el periodismo profesional se advirtió de que la política energética ejecutada por Julio de Vido era un camino directo al infierno? Que era una verdadera locura desalentar por años las inversiones con el congelamiento de tarifas y que comprar afuera era carísimo, sobre todo a Venezuela? La presidenta recién ahora año puso el grito en el cielo y se dio cuenta que necesitan la friolera de 10 mil millones de dólares para comprar toda la energía para este año.
¿Antes no existía semejante problema? ¿Apareció de golpe? Los periodistas que lo advirtieron fueron acusados de ser esbirros de las empresas para aumentar las tarifas, de neoliberales, de enemigos de la patria. ¿Cuántas veces se dijo que la avivada de Guillermo Moreno en el INDEC era una callejón sin salida? Que las aritméticas son lo que son. No son de derecha ni de izquierda y que no son una plastilina que se puede moldear como le guste a un chico de jardin de infantes. Moreno convenció al matrimonio Kirchner de que las estadísticas las dibujaba él y ahora nos encontramos frente a un panorama terrible.
Esa malversación realizada ademas con patotas armadas en el INDEC es una bola de nieve gigantesca que nadie sabe como derretir. Argentina tiene doble discurso y tiene doble sistema estadístico. El que dicen las provincias no colonizadas por el gobierno nacional y las de Guillermo Moreno. Eso ahora nos provoca serios inconvenientes con el resto de los países.
Afuera se burlan de eso. Hasta la propia presidenta Dilma Rouseff, mas allá de la obligada desmentida, tuvo que decirle a los sindicalistas brasileños que la inflación es del 20% y que no tenían que comprar los espejitos de colores ni las mentiras argentinas. Cuando el periodismo descubrió el caso Shocklender en el oficialismo decían que era para ensuciar el pañuelo de Hebe. Que era un invento lo de los medios hegemonicos. Después, cuando apareció con toda contundencia la corrupción, convirtieron a Schoklender en chivo expiatorio aunque al principio ocultaban toda la información para no darle pasto a la derecha.
¿No es mejor extirpar ahora los nidos de corrupción que tiene el gobierno sin esperar el desgaste permanente que produce una investigación judicial? ¿O nadie se da cuenta que el caso Amado Boudou está flojo de papeles por todos lados? ¿Hasta cuando van a esperar para rediseñar toda la política de trasnporte y de energía? ¿Cuánto tiempo mas puede durar en su cargo Julio de Vido? ¿Todo el tiempo van a estar gastando fortunas en la propaganda de Futbol para todos y en diarios escritos especialmente para que los lea Cristina? ¿O no recuerdan eso de que mejor que decir es hacer? ¿No hay un ministro que se atreva a decirle a la presidenta que las políticas espasmódicas contra Inglaterra solo perjudican nuestro turismo y comercio exterior? ¿O que los volantazos en el caso YPF está convirtiendo a España en nuestro acusador en el Grupo de los 20? ¿O que en febrero el superávit fiscal cayó un 52% y el gasto público aumentó un 30%? ¿Tanto miedo produce Cristina que nadie se atreve a decirle que hay que corregir el rumbo? Si no se medica al enfermo, la situación se agrava. Si se lo atiende a tiempo con el remedio adecuado, todo se puede solucionar.
¿Es tan difícil entender que las opiniones son libres y flexibles pero que los datos son duros y sagrados? Si son peronistas deberían saber mas que nadie que la única verdad es la realidad. Frente a las malas noticias lo peor que se puede hacer es taparse los oídos. No hay peor sordo que el que no quiere oir. Poner todo lo malo en el periodismo y todo lo bueno en el gobierno es un grave error que perjudica a la propia presidenta de la Nación. Quien quiera oir que oiga.