Excomulgaron a un arzobispo ultraconservador por no reconocer al Papa
En los últimos años, Carlo Maria Viganò ha mantenido una postura confrontativa hacia el papa Francisco, acusándolo de encubrir abusos sexuales y cuestionando su elección en el cónclave de 2013. Al ser convocado por la ex Inquisición a explicarse, pero se negó a comparecer y fue expulsado de la Iglesia católica por 'cisma'.
La Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe (anteriormente conocida como Inquisición) emitió un comunicado en el que anunció la excomunión del arzobispo italiano Carlo Maria Viganò, acusado de "cisma" debido a sus reiterados ataques al papa Francisco y su negativa a reconocer su autoridad.
Según la Congregación, Viganò ha expresado públicamente su rechazo a reconocer y someterse al Sumo Pontífice, así como a la comunión con los miembros de la Iglesia y a la autoridad magisterial del Concilio Vaticano II. Esta postura ha llevado a su declaración de culpabilidad por el delito de cisma.
Carlo Maria Viganò, de 83 años, es conocido por pertenecer al ala más conservadora de la Iglesia católica. Nombrado arzobispo en 1992 por Juan Pablo II, también ha ocupado el cargo de nuncio apostólico en Nigeria y en Estados Unidos.
El arzobispo Viganò fue convocado por la Congregación para la Doctrina de la Fe el 28 de junio para responder a las acusaciones de cisma, pero se negó a comparecer. Tras deliberar sobre el proceso penal canónico en su contra el 4 de julio, la Congregación lo declaró culpable y procedió a su excomunión, comunicándole la sentencia.
En los últimos años, Viganò ha mantenido una postura confrontativa hacia el papa Francisco, acusándolo de encubrir abusos sexuales y cuestionando su elección en el cónclave de 2013. Sus declaraciones han llevado a la Santa Sede a acusarlo de cisma, por negar elementos esenciales para mantener la comunión con la Iglesia católica.
El caso de Viganò ha sido comparado con el del arzobispo francés Marcel Francois Lefevre, fundador de la Fraternidad de San Pío X, quien fue excomulgado en 1988 por actos cismáticos debido a su postura crítica hacia el Concilio Vaticano II.